PERFIL DOCENTE INADECUADO.
A partir de la década de los setenta el perfil del docente fue entrando en un estado que dejo de satisfacer las necesidades que se presentaban en el proceso educativo. Además no existía una formación de maestros que satisficiera las necesidades de la problemática educativa que cada vez se hacia más compleja.
La crisis de no contar con maestros bien preparados se hizo evidente ya que no había progreso en la educación del país. Lo más sorprendente era que el problema estaba en el mismo corazón de toda la estructura educativa nacional, el maestro parte esencial del proceso educativo presentaba una preparación que dejaba ver todos sus errores, sus fallos, su falta de ortografía, sus desconocimientos, etc., el problema era de tales magnitudes que era necesario sacar a la clase magisterial de la peor de las ignorancias.
El progreso de la educación nacional estaba totalmente estancado y el sistema educativo no respondía a las nuevas exigencias que la sociedad iba marcando. El país iba directo al fracaso ya que la preparación de los maestros no era la adecuada, motivo que dejaba ver día con día el retrazo educativo en la nación ya que los alumnos eran el más digno reflejo de la preparación de sus maestros.
La situación no era la mejor en aquellos tiempos, era un problema serio, se necesitaban programas formales, constantes y continuos. Las reformas educativas fueron hechos que a través de la historia dieron forma a la estructura educativa nacional, eran vistas como prácticas sociales privilegiadas de proyectos políticos, y uno de sus principales objetivos era incorporar, modificar, cambiar, mover y experimentar estrategias que afectan directamente en el proceso de enseñanza aprendizaje y en los contenidos curriculares. Además, las reformas también están directamente relacionadas con la formación del docente, y se insertan a la dinámica de la sociedad que va en constante evolución.
La figura del maestro no estaba integrada en una comunidad de docentes, no era prioridad tener un grupo ni mucho menos era tomada en cuenta por el Estado. Sin embargo, esto fue cambiando a consecuencia del problema que existía acerca de la falta de atención a la educación elemental en donde sólo el maestro podría solucionarlo. Para esto se requería formar a maestros bien preparados y concientes de su vocación pero desgraciadamente el Estado no cumplía con las condiciones necesarias para hacerlo.
Para combatir con esta situación se estableció en la ciudad de México, en 1823, la primera escuela normal que preparaba a los maestros en la técnica y práctica del sistema lancasteriano. A partir de la concepción de la escuela normal se comienzan a perfeccionar los métodos de enseñanza de la lectura y la escritura, posteriormente se implementan nuevas reformas didácticas.
Las reformas provocaron dos cosas en la comunidad de docentes durante esta etapa, por un lado se crearon docentes con una dependencia y falta de iniciativa para reflexionar sobre su quehacer docente y para decidir sobre el mismo, y por otro se crearon tipos de docentes que hicieron y vieron el mundo educativo con un pensamiento y un compromiso transformador en la comunidad. Estas comunidades de docentes se han constituido en diferentes épocas y con diferentes reformas educativas, que fueron aprobadas de acuerdo a las necesidades sociales que se han presentado con el desarrollo del país.
Actualmente el problema se sigue dando, tal vez no con la misma magnitud pero existen algunas actividades que el docente sigue llevando a la práctica. Por ejemplo, el docente no confronta al estudiante con la realidad, no lo estimula a analizar, a pensar, a comprender, para que sea más analítico y reflexivo. No lo lleva a un estado en el que pueda ser parte activa de la clase, su equivocación es tal que no permite un desarrollo completo del niño porque lo esta poniendo en una posición en la que simplemente observa y escucha lo que el maestro le dice. Esta situación es la que predomina en muchos casos a nivel nacional, y en estos tiempos el ser docente requiere de un gran esfuerzo y dedicación para poder llenar ese perfil para que sea el más adecuado posible, ya que la sociedad en la que vivimos afronta a diario constantes cambios que requieren de la preparación continua de cada docente.
A pesar de que se hacen continuas declaraciones que insisten en la necesidad de superar el verbalismo en las clases por parte del maestro, toda la estructura de las prácticas educativas sigue manteniéndose sobre la creencia de que la palabra es la única forma, en que se puede adquirir el conocimiento. Esta creencia es el verdadero problema del sistema educativo escolar. Si realizamos un análisis con cierto detenimiento, se verá que es completamente falsa esa creencia, de que la palabra ya sea de manera oral o sea escrita transmite conocimientos. En la realidad de los hechos, se hace creer a los alumnos que la fuente esencial o bien la primaria de todo conocimiento está en la palabra de los profesores o en lo que está escrito en los libros.
La dimensión corporal, la motricidad, la percepción, las coordinaciones entre estas modalidades, la interacción con los objetos reales, en fin, la actividad física, juegan un papel en la constitución del conocimiento y en la formación de hábitos, habilidades, etc. En el fondo se sigue con la creencia de que palabra es sinónimo de conocimiento. Por lo mismo, hay una total desvalorización de todas las actividades en las que interviene la corporalidad. Las actividades como música, modelado, carpintería, jardinería, mecánica, herrería, teatro, dibujo, atletismo, deportes, etc., se cree que son completamente irrelevantes desde el punto de vista del conocimiento. Como si nada de esto aportara algo a la formación humana, y como si este tipo de actividades no jugara ningún papel en el desarrollo cognitivo e intelectual, o en el desarrollo de la capacidad de abstracción de los niños.
Todo el sistema educativo en todos los niveles, empuja a que se siga insistiendo en la memorización mecánica de lo que dicen los docentes en la clase o bien lo que pueden obtener de los libros, que para los educandos por lo general carecen casi siempre de significación y de funcionalidad para su vida práctica. Así, cuando una de las supuestas pretensiones de la educación escolar es formar a los estudiantes para el pensamiento científico, del que una de sus características esenciales es la experimentación donde se realice una contrastación de las hipótesis con los hechos de la realidad. Sin embargo, lo que sucede en verdad es que se les conduce a una forma de pensamiento completamente opuesta a ello, debido a que en la escuela, tal y como funciona actualmente, se induce a los estudiantes a creer en la palabra, porque nunca hay condiciones para que estos constaten lo dicho por el profesor o por el libro con la realidad.
Por tanto, lo que rige en la escuela no es el pensamiento crítico, sino la doctrina del maestro, ya que hay que creer lo que dice el profesor o el libro. Sin lugar a dudas sale a luz que rige la creencia, la fe en la palabra y el principio de autoridad, si los estudiantes no pueden constatar lo que dice el profesor o el libro con su referente real, entonces difícilmente lo comprenderán la clase del maestro.
Son muchos los factores que intervienen en el perfil de los docentes y es necesario que se llegue a un punto donde se pueda tener en cuenta que el maestro debe poseer una serie de características, debe tener una actitud positiva hacia la enseñanza, debe tener pautas de comportamiento en el aula, desarrollo profesional y humano que le permita manejar sus actuaciones profesionales. Debe ser responsable del proceso enseñanza – aprendizaje y todo lo que se deriva de dicho proceso. Aquel docente que llene más parámetros del perfil profesional establecido, según el área de la ciencia o la tecnología, será más rico en su acerbo pedagógico, tendrá una más gratificante vida docente, será más provechoso su acto de enseñanza en las instituciones educativas y éstas lo deben preferir y estimular por preparar y capacitar estudiantes de mayor calidad académica e investigativa, a parte generará progreso y desarrollo en el país.
El impacto es muy grande en el sistema de educación superior ya que es necesario que el docente adquiera las características y capacidades específicas propias de la profesión docente. Lo que exige la actualización de los docentes antes de dar inicio a algún semestre. Asimismo es necesario que se organice a los docentes en pequeños y grandes grupos de discusión para desarrollar habilidades y competencias específicas que puedan ser aplicadas en los estudiantes. Es necesario solucionar a este nivel el problema de contar con docentes con perfiles inadecuados, a través de formular nuevos planes y programas de estudio correspondientes a este nivel. Claro es que no es una tarea fácil pero se debe animar a la comunidad docente a continuar con estudios de nivel superior.
Este problema afecta a todos los niveles pero en cuanto a lo local es muy evidente que algunos maestros siguen aplicando las mismas actividades ya mencionadas, lo que nos lleva a contribuir al fracaso escolar nacional. Es un hecho real y que se puede constatar en las aulas de las escuelas. Siendo necesario hablar menos y entender más sobre la llamada "profesionalización" de los docentes en todos los niveles y grados de nuestro sistema educativo, por lo que se hace necesario definir los conceptos de la toda la estructura educativa para trabajar con seriedad.
BIBLIOGRAFÍA
www.escuelasdeavanzada.org/documentos/recuersos_autoevaluación/DINESS/guía_observ_formadores.doc
http://www.encolombia.com/ventas/libreriadigital/docenciauniversitaria/docen
ciaanotaciones.htm
www.educar.org/MEDTIE/documentos/perfildocente.asp.
BEDOYA M. José Iván. Pedagogía, ¿Enseñar a pensar? ECOE ediciones, págs. 70 y 71
martes, 8 de julio de 2008
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